Una investigación del Barcelona Brain Health Initiative (BBHI) nos acerca interesantes evidencias sobre la salud cerebral. El Dr. Alvaro Pascual-Leone, catedrático del Harvard Medical School, dirige la investigación destinada a responder: ¿cómo mantener la salud de nuestro cerebro? El estudio comenzó en 2017 recopilando datos personales de los participantes sobre hábitos de vida, información médica, ejercicio físico, dieta, hábitos de sueño, inter relaciones, entrenamiento cognitivo y plan vital. Son más de 5700 voluntarios los que participan y 1000 de ellos en 2021 iniciaron un plan de intervención personalizado. En el estudio hacen referencia a 3 dimensiones: Propósito – tiene que ver con metas y aspiraciones Sentido de coherencia – la forma de entender la propia vida y el mundo Compromiso – el sentido de valor a la propia vida Entre los hallazgos se destaca que tener un proyecto de vida, propósitos y objetivos significativos aportan salud cerebral y mejor desempeño cognitivo. Es decir que las personas con un proyecto vital son más sanas. Proyecto que podrá ir transformándose a lo largo de vida, según los intereses, las circunstancias y hasta la edad. Lo importante es poseer un proyecto vital. ¡La razón por la que cada mañana nos levantamos! Para que dicho proyecto vital tenga la cualidad de aportar salud, no debe estar centrado en uno mismo. Es importante que exista impacto positivo en otras personas. ¡Se trata de transcender a uno mismo! Tener un proyecto de vida además aporta ilusión. Esa capacidad humana de ilusionarnos, impacta positivamente en nuestra mente-cuerpo. Al ilusionarnos con un sueño o una meta, se producen cambios en el cerebro. El mismo genera dopamina, que es el neurotransmisor especialmente involucrado en la motivación y la recompensa. Está demostrado que la cantidad de dopamina en el organismo influye en las expectativas de ser feliz. Diversos estudios lo afirman, al aumentar la dopamina, aumentan las expectativas de la propia felicidad. ¡Aún más! No solamente consumar un sueño tienen estas bondades para el propio cerebro, salud integral y bienestar. La ilusión y el imaginar el logro del sueño, así como transitar el proceso para alcanzarlo, aumenta la felicidad. Al imaginar la recompensa, nuestro cerebro genera dopamina lo cual fortalece la motivación. Al ilusionarnos además, transformamos células madre en neuronas y por lo tanto aumenta la riqueza y las conexiones cerebrales. Es así como debido a la neuroplasticidad, se producen cambios reales en la estructura y función del cerebro. Cambiamos y transformamos el propio cerebro e impactamos en el resto del organismo. De la investigación del BBHI se desprenden 5 recomendaciones en relación al proyecto vital: Poner foco en objetivos significativos basados en valores Actitud positiva y coherente Conocer las propias habilidades, cultivarlas y utilizarlas Conocer y aceptar las propias limitaciones Orientarse en la satisfacción propia en lugar del reconocimiento externo En cada etapa de la vida y ante cualquier circunstancia podemos transformar y transformarnos. Esta es una capacidad que poseemos todos los seres humanos. Un cerebro ilusionado, es un cerebro sano.
Las neuronas del corazón: descubrimientos de grandes médicos y neurocientíficos del mundo
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Por el contrario, ante la incoherencia, reina el caos”,”title_content”:{“component”:”hc_title_image”,”id”:”title-image”,”image”:”https://hcc.academy/wp-content/uploads/2023/10/1697341517106-1024×683.webp|780|1170|999960316″,”full_screen”:false,”full_screen_height”:””,”parallax”:true,”bleed”:””,”ken_burn”:””,”overlay”:”transparent-dark”,”breadcrumbs”:false,”white”:true}},”section_5ZtkF”:{“component”:”hc_section”,”id”:”section_5ZtkF”,”section_width”:””,”animation”:””,”animation_time”:””,”timeline_animation”:””,”timeline_delay”:””,”timeline_order”:””,”vertical_row”:””,”box_middle”:””,”css_classes”:””,”custom_css_classes”:””,”custom_css_styles”:””,”section_content”:[{“component”:”hc_column”,”id”:”column_vtfQF”,”column_width”:”col-md-12″,”animation”:””,”animation_time”:””,”timeline_animation”:””,”timeline_delay”:””,”timeline_order”:””,”css_classes”:””,”custom_css_classes”:””,”custom_css_styles”:””,”main_content”:[{“component”:”hc_wp_editor”,”id”:”Xhugf”,”css_classes”:””,”custom_css_classes”:””,”custom_css_styles”:””,”editor_content”:”J. Andrew Armour descubrió la existencia de más de 40.000 neuronas en el corazón. Además de neuronas, este sistema nervioso cuasi-independiente, está compuesto por proteínas, células de apoyo y neurotransmisores. El cerebro del corazón está en conexión con el cerebro y le envía más información de la que recibe del mismo.\nLa comunicación del sistema nervioso del corazón se da a través de 4 vías: neurotransmisores, ondas de presión, electromagnética e impulsos nerviosos. Cada una de estas vías tiene una relevancia particular, pudiendo inhibir o activar el encéfalo.\n\nEl sistema nervioso del corazón, tiene incidencia en la homeostasis, es decir el equilibrio del organismo. Incide en el estrés o el bienestar, la enfermedad o la salud. Dicho sistema libera hormonas como la adrenalina en momentos de exigencia y también la hormona del amor: la oxitocina. Regula la tensión arterial e incide en la respiración. Tan poderoso es nuestro corazón, que su expresión alcanza todo el cuerpo.\n\nAseguró el famoso médico y neurocientífico francés, David Servan-Schreiber: ‘si existiera un medicamento que permitiese armonizar la íntima relación entre el corazón y el cerebro, tendria efectos beneficiosos sobre el conjunto del organismo. Retrasaría el envejecimiento, reduciría el estrés y el cansancio, acabaría con la ansiedad y nos protegería de la depresión. Por la noche, nos ayudaría a dormir mejor; y durante el día, a funcionar al máximo de nuestras capacidades, concentración y precisión.’\n\nSi bien ese medicamento no existe hasta el momento, está al alcance de todos influir en el cerebro de nuestros corazones. Así como en su relación con el cerebro y el resto del cuerpo-mente. El corazón percibe aún antes que el cerebro. También aprende, recuerda y tiene la capacidad de transformarse.\n\nEl corazón está íntimamente relacionado al cerebro emocional y ambos son interdependientes así como se inter-influyen. Los latidos del corazón reflejan el vaivén entre el cerebro emocional y el corazón. Por años hemos puesto en un podio al cerebro y el corazón subordinado al mismo. Los hallazgos dan cuenta lo poderoso e\nincidente que es el cerebro que posee el corazón.\n\nLa variabilidad cardíaca -los intervalos entre latido y latido y del corazón- no es exacta en la salud. Cabe aclarar que dicha variabilidad nada tiene que ver con la taquicardia, arritmias y otras alteraciones. La variabilidad cardíaca coherente tiene ondas amplias y se produce tanto con emociones como con pensamientos positivos. Se relaciona con armonía fisiológica y como decíamos refleja salud. Implica ahorro de energía al organismo y por ello aporta energía y vitalidad.\n\nContrariamente, la variabilidad caótica, es incoherente y desordenada. Aparece ante emociones y pensamientos negativos. Esta última se relaciona con disfunciones y enfermedades. Exige mucha energía y fatiga al organismo.\n\nServan-Schreiber fue sujeto de estudio comprobando la forma en que diversas experiencias alteraban el intervalo en su frecuencia cardíaca. Cuando el intervalo era más corto, el corazón latía más rápido. Cuando el intervalo era más largo, el corazón disminuía la velocidad de latido. Tan solo con realizar cálculos mentales simples su corazón latió más rápido y consumió más energía. Al recordar una experiencia positiva la aceleración de su corazón disminuyó y evidenció coherencia cardíaca. Ambas experiencias fueron imperceptibles para el médico observado. Por lo que, se concluye que las diversas experiencias en el día a día, afectan la coherencia cardíaca, aún siendo imperceptible para nuestra consciencia. Las experiencias vividas afectan al corazón, su sistema nervioso e impactan en el resto del cuerpo.\n\nLas ondas cerebrales se sincronizan al ritmo cardíaco, evidenciando que el corazón manda al cerebro. La coherencia cardíaca influye en el resto de los ritmos fisiológicos con los cuales se sincroniza, en especial con la respiración y la presión arterial.\n\nEl ritmo cardíaco también se sincroniza con las demás personas y más cuando existe una relación. Somos afectados por el corazón del otro, así como afectamos a su corazón, para bien o para mal.\n\n¿Podemos intervenir positivamente en el corazón e influir en el cerebro y el resto del cuerpo? La respuesta es sí.\n¿Cómo activamos la coherencia y por tanto repercutimos en la armonía física y mental? Te comparto 13 maneras a través de los cuales podrás entrenar la coherencia cardíaca y obtener sus beneficios de salud y bienestar:\n\n1. Observar los propios pensamientos\n2. Transformar pensamientos negativos en positivos (por ejemplo en aprendizajes)\n3. Cultivar y activar emociones positivas\n4. Agradecer\n5. Meditar\n6. No juzgar\n7. Escuchar al otro\n8. Rodearte de personas positivas\n9. Colaborar y cooperar\n10. Trabajar en la propia flexibilidad\n11. Gestionar el miedo, el estrés y el enojo\n\nAgregando a lo anterior, la técnica de coherencia cardíaca mejora el rendimiento físico y mental. Dicha técnica consiste en prestar atención a la respiración y practicar la atención plena para mejorar la vida diaria. De esta manera podrás influir positivamente en tu propia salud y aportar bienestar también a quienes te rodean.”},{“component”:”hc_space”,”id”:”5ZtkF”,”css_classes”:””,”custom_css_classes”:””,”custom_css_styles”:””,”size”:””,”height”:””},{“component”:”hc_separator”,”id”:”NK5xA”,”css_classes”:””,”custom_css_classes”:””,”custom_css_styles”:””,”style”:””},{“component”:”hc_space”,”id”:”vuvyQ”,”css_classes”:””,”custom_css_classes”:””,”custom_css_styles”:””,”size”:””,”height”:””},{“component”:”hc_social_share_buttons”,”id”:”zZT7O”,”css_classes”:””,”custom_css_classes”:””,”custom_css_styles”:””,”type”:”circle_tt”,”position”:”left”,”link_type”:”share”,”text”:”COMPARTIR”,”social_colors”:false,”fb”:true,”fb_link”:””,”tw”:true,”tw_link”:””,”g+”:true,”g+_link”:””,”li”:true,”li_link”:””},{“component”:”hc_space”,”id”:”MRz5Q”,”css_classes”:””,”custom_css_classes”:””,”custom_css_styles”:””,”size”:””,”height”:””},{“component”:”hc_button”,”id”:”Nqdwb”,”css_classes”:””,”custom_css_classes”:””,”custom_css_styles”:””,”icon”:””,”style”:”circle”,”size”:””,”position”:”left”,”animation”:false,”text”:”Artículo en El Observador”,”link_type”:”classic”,”lightbox_animation”:””,”caption”:””,”inner_caption”:false,”new_window”:false,”link”:”https://www.elobservador.com.uy/nota/que-son-las-creencias-limitantes-y-por-que-nos-obstaculizan-en-la-vida–20231015029″,”link_content”:[],”lightbox_size”:””,”scrollbox”:false}]}],”section_settings”:””},”section_tlo79″:{“component”:”hc_section”,”id”:”section_tlo79″,”section_width”:””,”animation”:””,”animation_time”:””,”timeline_animation”:””,”timeline_delay”:””,”timeline_order”:””,”vertical_row”:””,”box_middle”:””,”css_classes”:””,”custom_css_classes”:””,”custom_css_styles”:””,”section_content”:[{“component”:”hc_column”,”id”:”column_PKma6″,”column_width”:”col-md-12″,”animation”:””,”animation_time”:””,”timeline_animation”:””,”timeline_delay”:””,”timeline_order”:””,”css_classes”:””,”custom_css_classes”:””,”custom_css_styles”:””,”main_content”:[{“component”:”hc_title_tag”,”id”:”v3PN5″,”css_classes”:””,”custom_css_classes”:””,”custom_css_styles”:””,”text”:”Más entradas del blog”,”tag”:”h2″},{“component”:”hc_space”,”id”:”ZmtSn”,”css_classes”:””,”custom_css_classes”:””,”custom_css_styles”:””,”size”:””,”height”:””},{“component”:”hc_pt_masonry_list”,”id”:”4XrbG”,”css_classes”:”col-center text-center middle-content “,”custom_css_classes”:”comienzos”,”custom_css_styles”:””,”post_type_slug”:”post”,”post_type_category”:”blog”,”column”:”col-md-4″,”row”:””,”margins”:””,”pagination_type”:”pagination_wp”,”pag_items”:””,”pag_lm_animation”:”fade-in”,”button_size”:”pagination”,”menu”:true,”menu_position”:”nav-center”,”menu_style”:”ms-rounded”,”auto_masonry”:false,”box”:”top_icon_image”,”boxed”:false,”boxed_inverse”:false,”button_text”:”+ info”,”button_style”:”square-border”,”button_dimensions”:””,”button_animation”:false,”hidden_content”:false,”extra_1″:true,”extra_2″:true,”content”:””,”title_length”:””,”excerpt_length”:””,”title_size”:””,”box_animation”:””,”custom_css”:”proximos”,”pag_scroll_top”:false,”pag_centered”:true,”pag_button_prev”:”Anterior”,”pag_button_next”:”Siguientes”,”lm_lazy”:false,”lm_button_text”:”Load more”,”data_options_pagination”:””}]}],”section_settings”:””},”scripts”:{“parallax”:”parallax.min.js”,”toolstip”:”bootstrap/js/bootstrap.popover.min.js”,”masonry”:”isotope.min.js”},”css”:{“content_box”:”css/content-box.css”},”css_page”:””,”template_setting”:{“settings”:{“id”:”settings”}},”template_setting_top”:{},”page_setting”:{“settings”:[“lock-mode-off”]},”post_type_setting”:{“settings”:{“image”:”https://hcc.academy/wp-content/uploads/2023/10/1697341517106-1024×683.webp|780|1170|999960316″,”excerpt”:””,”extra_1″:””,”extra_2″:””,”icon”:{“icon”:””,”icon_style”:””,”icon_image”:””}}}}
¿Cómo actúa el coaching?
Personas, equipos y organizaciones se benefician al diseñar la estrategia para conquistar lo que aspiran. Asociarse al logro y emprender etapas concretas, son necesarias para asegurar el éxito. Pocos días después de finalizar un proceso de coaching en una empresa recibí un mail de su gerenta de Producción: “Este proceso y acompañamiento superó ampliamente mis expectativas”. Al principio me sentí con dudas y con miedo de no poder lograrlo porque realmente sentí que era un objetivo muy desafiante. Semana a semana los avances fueron literalmente explotándome en la cara, eso me dio mucha energía y optimismo además de la posibilidad de acelerar este cambio en mí y en el equipo de planta. Hoy me siento muy tranquila y segura, con herramientas que puedo aplicar y con la confianza de haber tenido ya muchas experiencias de éxito. Ahora sé que los nuevos desafíos que me plantee o se presenten los voy a poder lograr de una mejor forma para mí y mi equipo. De todas las situaciones buscaré siempre la oportunidad de mejorar y continuar avanzando”. Te preguntarás si como éste, todos los procesos de coaching generan alto impacto y la respuesta es sí. De todas maneras un proceso de coaching profesional ejecutivo o de equipos, augura el logro de los resultados deseados, alto impacto y retorno. Desde la primera sesión comienzan los cambios que son evidentes para quien participa y para el entorno. ¿Qué es Coaching? Algunos dicen que es igual o parecido a la terapia, otros dicen que tiene que ver con consultoría, asesoría o capacitación y algunos llevan adelante la práctica poniendo el nombre de coaching a algo que nada tiene que ver con esta disciplina. Para aclarar esta cuestión te comparto las generalidades de un proceso que en sus bases metodológicas contiene la teoría sistémica, la psicología positiva, psicología humanista, cognitiva y constructivista, la psico neurolingüística, los estudios integrales y la neurociencias que gracias al desarrollo tecnológico nos aporta conocimiento real del funcionamiento de nuestro cerebro. Nuestro modelo es un esquema integrado de diversos modelos como el coaching co activo, el ontológico, el basado en evidencias, el modelo del juego interior y el conductual. Integra lo mejor de cada uno de estos modelos y organiza una metodología propia y pragmática que genera resultados. Quizá tenés un concepto de lo que puede darte el coaching y sepas cuando es indicado. Y lo es para desarrollar ejecutivos y que éstos desarrollen a sus colaboradores, para transformar un grupo en equipo, para desarrollar personas, trabajar mejor, tomar decisiones, desarrollar liderazgo auténtico, lograr objetivos, alinear a la estrategia, promover cambios y todo lo que implique desarrollo eciente y efectivo de personas, equipos y organizaciones. Existen diversas escuelas de coaching que tiene cada una sus bases y su forma de llevar adelante un proceso. ¿Cómo elegir entonces? Te recomiendo que lo hagas a partir de los resultados que en un país como Uruguay, donde las líneas de contactos son cercanas, es fácil acceder a los mismos. El coaching profesional fomenta mayores y mejores desempeños, maximiza rendimiento, genera mayor eficiencia, implica desarrollo personal, desarrollo de tus talentos e implica actuar según tus propósitos. Es una forma de encaminarte a ser la mejor versión de ti mismo como persona, equipo y organización. Cada proceso inicia estableciendo el qué. Comenzamos a gestar una relación de confianza que nos permitirá avanzar. Una vez que conocemos el estado actual, a través de diversas herramientas nos abocamos a definir el objetivo, que de acuerdo a nuestra experiencia, metodología e investigaciones, quedará establecido una vez que cumpla estrictamente con las siguientes características: sea positivo, operacionalizable, específico, realizable y desafiante, fraccionable y medible, con un tiempo y una evidencia de logro, en la propia área de influencia y con un impacto positivo tanto para la persona como para el entorno. Sigue el para qué, a través de lo que se establecen los valores, que asociados al objetivo constituyen en sí mismos la garantía de éxito. Quizá estarás imaginando que los valores se relacionan con sentido y propósito, ¡estás en lo cierto! Sesión a sesión y a través de la acción se generan aprendizajes que serán valiosos tanto para el objetivo del proceso como para otras áreas y aspectos de la persona o equipo participante. En cada proceso nos orientamos desde el presente al futuro, recurriendo al pasado a rescatar aprendizajes y recursos. Paralelamente examinamos las creencias que pueden ser el mayor obstáculo cuando son limitadoras y las cambiamos. Implicará trabajar hábitos y diseñar estrategias. Las creencias potenciadoras se establecerán como nuevos recursos y las reforzaremos. En cada sesión se definen acciones y se generan aprendizajes que imponen mayor autoconocimiento, aparecen los famosos insights y la cada vez mayor conciencia; aumentan el compromiso. El empoderamiento está activado y junto con el mismo la responsabilidad que genera mayor libertad. El coaching promueve opciones y flexibilidad tanto para encontrar nuevos caminos, como alternativos, incrementando la creatividad y la innovación. Produce un cambio emocional y cognitivo de estructuras profundas en cada persona que participa. Finaliza el proceso cuando está diseñado en detalle y escrito el “Plan de Acción” que paso a paso, etapa por etapa establece la estrategia, con tiempos, lugares, medidas y evidencias de logro. Es una práctica potente y no en vano es unánime escuchar a todos los que transitamos por estos procesos que imponen “un antes y un después” a nivel personal, laboral y profesional. ¡Entramos en un círculo virtuoso! Artículo en El Observador